miércoles, 24 de abril de 2013

Potaje de Vigilia o Potaje de Bacalao

El potaje de vigilia es un potaje que tradicionalmente se ha servido los viernes de cuaresma en España. 

Debido a la prohibición religiosa de comer carne en este período, este plato contiene como aporte proteínico bacalao en salazón. 

Es posible encontrarlo en la cocina española con el nombre largo de: 

"Potaje de Bacalao con Garbanzos y Espinacas", aludiendo a los ingredientes protagonistas. 

Se considera uno de los platos más encontrados en la gastronomía de Semana Santa.

 Uno de los principales ingredientes de este potaje es el bacalao que proviene de un salazón y por ello debe prepararse en remojo un día antes. 

El potaje suele estar elaborado con garbanzos alguna judía blanca, todo ello cocido, unos manojo de espinacas y cebolla, ajos, aceite, pimentón y huevo duro.

El truco de la preparación está sólo en saber el momento en el que se vierte el pescado y la espinaca sobre los garbanzos hirviendo.

Se suele servir de diferentes maneras, pero la más conocida es con huevo duro picado en cuartos sobre el plato.




Ingredientes:

- 400 gr de garbanzos cocidos (un tarro)


- 200 gr de alubias blancas (un tarrito)

- 250 gr de bacalao desalado


- 200 gr de espinacas frescas o congeladas


- 2 o 3 patatas medianas

- Una cebolla picada


- Tres dientes de ajo


- Una cucharadita de pimentón dulce


- Dos huevos cocidos


- Agua, aceite y sal




Preparación:

1º Echa los garbanzos y las patatas partidas, en una olla, cubre con agua y ponlos al fuego.

2º Coloca los garbanzos en una olla con bastante profundidad. Cúbrelos con agua hasta un dedo y medio por encima del límite de los garbanzos. Ponlos a hervir a fuego lento.


3º Mientras tanto, en una sartén pon los dientes de ajo picados. 


Cúbrelos con aceite y sofríe. Antes de que empiecen a dorarse, añade la cebolla y pocha bien. 

Añade un poco de sal para que se poche bien.

Cuando la cebolla esté transparente, añade el pimentón, ya con el fuego apagado, para evitar quemarlo.

4º Añade el sofrito a la cacerola donde están los garbanzos y las patatas y sigue cociendo a fuego lento. 


Remueve para integrar bien los ingredientes.

Añade las espinacas frescas. Déjalas un rato hasta que reduzcan.

  Hay quien añade las espinacas ya cocidas y escurridas, pero si lo haces asi, las tienes que añadir casi al final,para que no se desmenuzen.

5º Cuando las espinacas reduzcan, añade el bacalao desmenuzado. 


Mueve el potaje, con una cuchara de palo,muy delicadamente, porque sino, los garbanzos se pueden deshacer. 

Tapa la cacerola y deja cocer durante 20 minutos. Si lo dejas reposar un par de horas cuando estén hechos el sabor será mucho mejor.

Yo suelo hacerlo un dia antes y realza mucho más el sabor; mucho más rico de un dia para otro.



Para presentar este plato, poner el huevo duro, picadito por encima y a disfrutar de la buena mesa.

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